Cruel final para el Helvetia Balonmano Prointegrada en Pinto (28-27)

Un tanto de los madrileños sobre la bocina hace inútil el esfuerzo final de los sevillanos tras un inicio irregular pese al gran partido de Manu y Tony

El Helvetia Balonmano Prointegrada tenía en Madrid una doble tarea. Ya virtualmente descartado de la lucha por el ascenso, por un lado, seguir mostrando el crecimiento que ha demostrado el conjunto sevillano en la segunda vuelta. Por otro, derrotar a uno de los equipos, el Grupo Egido Quental BM Pinto, que se mantienen en la porfía por subir de categoría. El primer objetivo lo consiguió a medias. El segundo quedó sepultado en un final tan increíble como cruel.

Los madrileños, sabedores de lo que se jugaban, salieron con el cuchillo entre los dientes. Los sevillanos, contemplativos. Esa diferencia de colmillo se plasmó en los primeros minutos de partido. A pesar de inaugurar el marcador con un tanto lejano marca de la casa de Carlos González, el Helvetia BM Prointegrada no entró bien en el partido. Las pérdidas absurdas en ataque y los agujeros atrás eran castigados inteligentemente por los pinteños, especialmente por sus extremos, con Agustín Castellano a la cabeza, para crear las primeras ventajas.

Cada ofensiva de los rojinegros, ayer de blanco, era un suplicio. Falto de ideas y espeso en la circulación, casi todas sus ataques se resolvían en lanzamientos a la desesperada. La defensa tampoco acompañaba. Solo las intervenciones providenciales de Manu López mantenían a los andaluces en el partido. Con ese panorama se llegó a la máxima ventaja local, 12-8.

Afortunadamente, una reacción sevillana tan increíble como vertiginosa en los últimos minutos, con la lucidez de Raúl Martínez y la contundencia de Tony Sánchez, estrechó la diferencia. Casi al final, un tanto de Tobías prácticamente sobre la bocina, tras un penalti detenido por Manu, colocaba el empate a 14 al descanso.

Ese arrebato de carácter se prolongó al inicio de la segunda mitad. Tony Sánchez, imparable en el frente, continuaba siendo un martillo pilón. Sus tantos le dieron al Helvetia BM Prointegrada una renta de dos tantos en los primeros minutos. Sin embargo, fueron un espejismo. Un tiempo muerto le dio nuevos bríos a los locales, que con su juego académico retomaron la iniciativa en el choque y en el marcador con un parcial de 4-1.

Los visitantes no conseguían cerrar la sangría. Cada tanto que anotaban era neutralizado inmediatamente por una acción rapidísima del Grupo Egido Quental BM Pinto. Ante la situación, Fernando Castelló detuvo la dinámica para reconfigurar al equipo. Sus instrucciones dieron resultado y las internadas fulgurantes de Álex Ramírez y, nuevamente, un inconmensurable Manu López restablecían la paridad al duelo. Así, un intercambio de goles mantenía empatado el marcador, hasta que llegaron los últimos treinta segundos.

Cruel final

Con posesión a favor, los madrileños se sacaron un lanzamiento desde la izquierda que fue detenido por Manu. El rechace salió por banda, otorgándole otra opción a los locales. Y la aprovecharon. Un error en el marcaje de Carlos de Sola dejó al extremo izquierdo solo. Este, con los nervios de acero y una precisión milimétrica, sorprendió al portero rojinegro y lanzó un pase al corazón de la zona que, suspendido en el aire como una cometa, finalizó a puerta casi vacía Javier Hernández. Acto seguido, sonó la bocina. 28-27 brillaba en el luminoso ante el júbilo del Pabellón Municipal Sandra Aguilar.

El tanto, tan agónico como dramático, deja a los capitalinos aún en la lucha por el ascenso. Mientras que los sevillanos acumulan su segunda derrota consecutiva a domicilio, ambas en Madrid. Aún así, mantienen la cuarta plaza, aunque son alcanzados en puntuación (36) por el Balonmano Bolaños. La siguiente estación para defenderla será ante un rival directo: el Balonmano Ciudad de Algeciras en El Paraguas.

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