Canales: En el Betis me han dado importancia y cariño; ahora cada derrota es un puñal
Sergio Canales, centrocampista del Betis, ha sido protagonista esta noche en el programa Universo Valdano del canal #Vamos, de Movistar+, donde ha repasado al detalle algunos aspectos fundamentales de su carrera deportiva, marcada por las lesiones y por su fuerza de voluntad para recuperarse, centrándose además en la importancia que ha adquirido en un club como el verdiblanco, donde se ha convertido en todo un líder y peleará por un título el próximo 23 de abril. La entrevista se grabó el día siguiente de la clasificación del Betis para la final de la Copa del Rey, así que la charla empieza recordando el partido de vuelta de la semifinal contra el Rayo Vallecano: Es verdad que sufres, pero lo disfrutas muchísimo. ¿Mucha tensión? Hubo un momento, minuto 80 que te marcan ese gol. Sufrimos poco durante el partido, pero al final pudimos marcar y nos clasificamos. He vivido momentos muy buenos en mi carrera, pero con la responsabilidad y cómo me siento dentro del club nunca había vivido nunca algo así. Y con la pasión con que se viven este tipo de cosas aquí… Increíble. Cuando marcamos el gol me vuelvo loco, corriendo sólo hacia el córner, luego para atrás… Borja me dijo que me había quitado el gol, pero le dije que daba igual, que lo importante era que al final entró. El fisio me cogió porque hubo un momento después de la celebración que, con la euforia, no me podía ni mover. Me dolía todo el cuerpo, hasta le pedí un plátano. Fue ver las caras de hijos, padres, abuelos, llenos de felicidad y satisfacción por lo que habíamos conseguido y decir, ostras lo que hemos hecho», explicó.
Superación personal:“Todavía tengo que aprender muchísimo, estoy en ese camino. Es algo que se me ha quedado muy marcado, intento sacar el máximo rendimiento a cada día, a cada entrenamiento, a cada partido, es algo que he ido aprendiendo”.
Como nació su pasión por el fútbol:”Mi padre es muy futbolero, se ve todos los partidos y más, no sé de dónde saca el tiempo, me empezó a llevar al campo del Racing con tres o cuatro añitos. Y me ha inculcado el valor del deporte, la salud, la amistad… Muchos valores y es lo que más me gustó y ahí empecé a aficionarme. Era mi vida realmente, me levantaba, cogía la pelota y al parque a jugar al fútbol. Los domingos, cuando no jugaba los partidos del cole, íbamos al bosque a jugar con los amigos, en la playa en verano poníamos dos porterías para jugar al fútbol playa… Toda la infancia la recuerdo con un balón, me he sentido muy afortunado”.
Destacando desde pequeño:”Recuerdo que empecé con tres años y en Santander se empezaba con cinco. No estaba federado, me dejaban una ficha. En mi primer partido el entrenador me dijo ‘parece que has venido a bailar’ por lo nervioso que estaba. Pero estar con gente mayor me ha ayudado mucho. Destacaba también porque era muy rápido de pequeño. Los amigos desde pequeño me han dicho que se notaba que destacaba”.
El campeonato de Brunete:”Ahí recuerdo que jugaba en el Alevín A del Racing. Eso te daba más confianza, tuve la experiencia, primera que se veía a nivel nacional, el sueño que teníamos todos esa temporada. Éramos 20 y sólo iba 12. Llegamos a la final con el Racing, fue un ‘boom’ en Santander, la gente esperándonos cuando llegamos en autobús… Es algo que te queda para siempre”.
Oportunidad de ir al Barcelona:”Sí, después del campeonato mis padres me llevaron a un sitio a cenar y me contaron que nos había llamado el Barça para ir a La Masía. Fui, me presentaron a Riquelme, lo vi todo y sali de allí diciendo ‘me quedo, esto es brutal’. Pero mis padres vieron que era muy pequeño y ellos tenían que estar cerca, ahora se lo agradezco. Hoy, como padre, también lo vería así. Cada situación es diferente. Mis padres nunca pensaron que fuera a ser futbolista. Mi madre es la que más encima ha estado de los estudios, era muy importante, irme allí solo y no tener ellos el control… Con 12 años no sabes si vas a ser profesional. Terrón decidió otra cosa y no hay errores o aciertos sino en cada momento intentas elegir lo que crees que es lo mejor. Una experiencia más para aprender y decidir en el futuro”.
Estreno en primera división: “Fue un cambio muy grande. Había debutado algunos minutos la temporada anterior, y cuando llegó Portugal fue el que me dio la oportunidad. Mi primer partido de titular en Cornellá marqué dos goles y ganamos 0-4. Y el partido del Sevilla es el que a nivel nacional lo cambió todo. Fue difícil de asimilar por momentos. Estar en casa y vivir en casa ayuda muchísimo, tu entorno era el mismo, iba al banco a comer pipas con amigos, algo que te ayuda a darle equilibrio a lo que estaba pasando”.
Fichaje por el Real Madrid de Mourinho:”Iba sabiendo que iba a ser muy complicado. El primer día en el vestuario venía del europeo sub 19, me subo al autobús y estaban todos esperándome y llegué pensando ‘igual no saben ni quién soy’. Iba dando la mano a todos… Tuve mucha suerte porque el vestuario me acogió muy bien, me ayudó mucho, tengo un recuerdo muy bueno. Y a partir de esa experiencia en el Real Madrid, viéndolo ahora, no sé si estaba preparado del todo para esa situación. Estaba acostumbrado a jugar siempre y en un club así tienes que tener la paciencia de aguantar muchas situaciones que yo no tuve”.
El vestuario con las estrellas del Madrid: “En uno de los primeros entrenamientos, Lass Diarrá me dijo ‘estate tranquilo porque yo he vivido con 18 años en el Chelsea y con los jóvenes es complicado porque quiere sacar rendimiento a su manera, tienes que ser fuerte y aguantar’. De Mourinho también aprendí cosas, como de todos. Jugando cada tres días es complicado y para el que no juega, si no sabes que necesitas una preparación extra, cuando te toca no estás preparado. Es complicado rendir”.
Empezar un cambio a nivel personal:”Ver a Cristiano que era top 1 en el mundo y cómo se cuidaba es una motivación para decir que esto es lo que se necesita para intentar llegar a tu máximo nivel. Al acabar la temporada me di cuenta de que con eso no me daba y empecé con un preparador personal, un nutricionista, fiché por el Valencia y llegué con esa premisa de cambiar y dar el máximo. Se trastocó un poco todo con la primera lesión de cruzado”.
La primera lesión grave de rodilla:”Ya estaba muy centrado, me había hecho a la idea de las necesidades que tenía para estar en la élite, estaba en un Valencia de Champions sintiéndome importante y llegó la lesión. No tenía ni idea de qué era el cruzado anterior, no sabía nada. Me rompí, el doctor me lo dijo y yo pensaba que era un mes o dos. Cuando me dijo seis fue un palo, pero al no conocerlo, fue todo nuevo y vas poco a poco. Mentalmente fue la más fácil porque no conocía el proceso. Todo lo que iba avanzando era nuevo y ves que mejoras rápido. Te quitan la escayola y empiezas a hacer fuerza, corres… Era complicado, pero me apoyé mucho en mi gente y tuve la suerte de que iba a llegar al final de temporada y eso me alivió, terminar jugando y con buenas sensaciones”.
Mediapunta transformado:”En esa época no pensaba tanto en el fútbol como tal, no estaba tan concentrado en los detalles. Salía a jugar un poco a lo que surgiese. Lo quise cambiar en el futuro porque tenía la sensación de que era bueno técnicamente que si empezaba fallando desaparecía en los partidos y no me gustaba. Intenté mejorar esas circunstancias con el paso del tiempo”.
La segunda lesión de rodilla:”Esa sí fue un palo gordo, había vuelto dos semanas y estaba jugando de titular. Estaba haciendo muy buen partido y en el minuto 60… Cuando te rompes una vez, la segunda lo sabes al segundo. Vino Soldado corriendo y se lo dije, ‘me he roto el cruzado’. Ya sabes la sensación. En la primera estuve cuatro meses y medio o cinco y en la segunda me reuní con muchos expertos para ver dónde me operaba. Llegué donde Cugat y me dijo que iban a ser nueve meses. Mentalmente fue un palo muy gordo”.
La segunda operación:”No fue fácil. Tuve la suerte de que la primera operación no me quitaron nada. Cugat me hizo otro tipo de operación y era como empezar de cero. Más dolorosa que la anterior, te habían quitado una parte de la rodilla. Una experiencia muy larga, un palo mental. Cuando salí de la resonancia para confirmar la lesión estaba el presidente, Llorente, y me dijo ‘no te preocupes, te vamos a comprar’. Me dio una confianza increíble, la afición también, aunque saliese de allí en una situación rara me trataron muy bien y eso ayuda mucho. Me aseguraba que no estaba cedido, que cuando volviese iba a tener tranquilidad porque habían apostado por mí…”.
Su salida del Valencia:”En el Valencia estuve dos años y medio. Fui al europeo sub 21 de Israel y me hice un desgarro en el isquio en el primer partido. Y ahí empiezo a dudar. Necesitaba un cambio de aires. El club seguía confiando en mí, le tengo máximo cariño, pero en enero mi cabeza no estaba para competir. No me sentía fuerte, no sé si tenía miedos, pero no estaba libre. Y para competir en un Valencia luchando por Champions no me sentía con la responsabilidad que me habían dado. Y decidí cambiar de aires”.
Su llegada a la Real Sociedad:”Fue llegar a la Real y desde el primer momento era otra persona, tenía otra energía, parecía hasta que era más rápido. Me di cuenta de lo importante que era la cabeza. Ese primer medio año estuve muy a gusto. Luego hubo cambios de entrenador, una línea que no encontrábamos, y llegó la tercera lesión. En el Bernabéu, en la otra pierna”.
Su luna de miel frustrada por la lesión:”En esa lesión mi mujer es la que me aguantaba cada día, el mal humor… Estábamos en una rotonda en Valencia, llevaba seis meses de lesión, no corría, y sabía cuáles eran los procesos así que iba fatal. Di como cuatro vueltas a la rotonda a una semana de casarnos. Y le dije ‘creo que no puedo ir a la luna de miel’. Se quedó pálida, pero se dio cuenta. Primero dijo ‘dime por qué, a ver si hay que suspender todo’. Pero era porque no podía por la lesión. Así que se fue a la luna de miel con su madre”.
El papel del coaching:“El psicólogo me ayudó a quitarme los miedos. Lo más difícil es cuando vuelves, el miedo a que se vuelva a repetir. Me ayudó con trucos, con la visualización, con buscar sensaciones buenas previas a los partidos… Empezaba a volver de la lesión a los nueve o diez meses, pero no podía jugar más de 30 minutos. Y en una charla me preguntó qué objetivos marcaba a largo plazo y tenía que ser un objetivo grande. Me dijo que tenía que ser la selección. Me impactó. Primero quitamos el miedo al fracaso, buscamos momentos para crecer y sacar cosas del camino que te ayudaran en ese proceso”.
Los sueños te activan en otro nivel de ilusión
“Es fundamental la visualización. Durante la primera lesión, me mandaban correr. Y eso me mataba, no me gustaba nada. Y para que se me pasase rápido, me imaginaba, no sé por qué, que le metía gol a Casillas. Iba corriendo por la Ciudad Deportiva y me iba imaginando cómo iba a ser la jugada. Metí más goles que Cristiano”.
La oportunidad del Betis con Setién: “En la Real, lo que siento un poco, y aunque en momentos no saqué mi máximo rendimiento, no encontré mi sitio en el campo, estaba como buscando mi hueco. Y lo encontré el último medio año. Cuando llegó Imanol me puso de interior y no té que estaba preparado para dar un salto en mi carrera en un equipo importante. Hablé mucho con Quique esos meses y me trasladó todo lo que quería en ese momento. Me veía preparado. Hablé con el club y el proyecto era muy ilusionante, de crecimiento, de ir a por todas”.
La presión de las expectativas: “No es tanto cansancio físico como mental cambiando de competición. Es mucho fútbol en otros momentos. Jugar con el Zenit no tiene nada que ver con jugar con el Rayo en la Copa o en un partido de Liga. La sensación que se puede transmitir que a veces nosotros la pensamos es que estamos cansados. Pero es la sensación de jugar los partidos. Hemos crecido defensivamente, haber pasado dos rondas con 0-0 o la del Rayo que te mete un gol a balón parado sin apenas sufrir… Donde hemos sufrido en las eliminatorias ha sido en ataque, no en defensa, por jugar con el resultado de la ida, que también es lógico. Pero la fortaleza que nos da que nos hagan tan pocas ocasiones dos equipos que necesitaban marcar para eliminarnos da mucha fortaleza al equipo”.
La final en la cartuja: “Es el proyecto que te comentaba antes, la ambición del club de seguir creciendo, me veo reflejado, la pasión que transmiten los aficionados… La eliminación el año pasado nos dejó marcados. A mí lo que más me gusta es no solo llegar a la final sino que hemos tenido la intención de llegar a la final. Era un objetivo antes de empezar la temporada. El día que nos eliminaron el año pasado ya lo dijimos, ‘el año que viene tenemos que ir a por la Copa’, y en este caso le doy mucha importancia. Le doy mucho más valor al equipo, que ha sido valiente y se ha atrevido a mencionarlo. Muchas veces, en equipos como nosotros, es ‘no nos pongamos responsabilidades grandes y así mejor’, y si luego lo consigues… No, esto hay que ir y como he dicho, sin miedo a fracasar. Y al final estamos para ganar”.
Líder en el vestuario:”Sobre todo siento responsabilidad con el grupo, siento que tengo peso en el vestuario, en intentar ayudar a los jóvenes a mejorar y crecer, que vean la otra parte del fútbol. Me siento con peso en el vestuario, pero tenemos un equipo muy unido con jugadores con mucho peso. Bravo, Joaquín, Guardado, gente veterana que ha vivido mucho, que ha ganado mucho. Aprendo mucho de ellos”.
Fútbol después del fútbol: “He tenido muchas experiencias. No soy nadie para dar consejos, pero sí a través de mis experiencias puedo ayudar a que se tomen decisiones en aspectos concretos. Después del fútbol sí me encantaría poder ayudar a gente porque esos momentos de soledad, momentos duros que he vivido, siempre con optimismo es más fácil sacarlos adelante”.
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